Tú (IV).
Guardo lluvia en el pelo, en el abrigo, en las zapatillas y en los párpados por si algún día la necesito. Almaceno frío en mi piel, en mis músculos y en mis huesos para que seas tú el que produzca el deshielo. O el incendio, como tú prefieras.
Cuando ando por el camino al que llamamos vida, soy capaz de vislumbrar cada fibra de tu ser. Y no es coña. Me imagino que cada nube es una célula de tu cuerpo y que el cielo en su conjunto es tu piel; tú.
De esa forma, cuando miro al cielo, te pienso. Y cuando el frío roza mi piel, te siento. Y cuando la gota de lluvia que cae recorre mis mejillas lentamente para acabar en mis labios, me besas.
2 comentarios
"Cuando miro al cielo, te pienso". Me ha encantado esta frase, es tan, pero que tan cierta en tantísimas ocasiones que <3
ResponderEliminarPues sí. Y es que, lo hago tantas veces y me vienen a la cabeza tantos recuerdos y personas que no podía dejar pasar el escribir sobre ello. Bonita. <3
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