Minimalismo

by - agosto 03, 2017

Hace días que vi un documental llamado Minimalism. Inconscientemente y por algún motivo que desconozco -o no quiero conocer, mejor dicho-, no quería verlo. No quería enfrentarme a una de las realidades más escalofriantes y certeras de toda mi vida: tengo un problema. Muchos diría yo. Problemones. No quiero ser consciente de toda la mierda que arrastro, porque en el momento en el que sea consciente de ello, en el que se materialice, no hacer nada para evitarlo o trabajar en ellos sería engañarme a mí misma. Mentirme una y otra vez; evitarlo y hacer como si nada ocurriese, como si así se pudiesen arreglar. Qué estúpido y qué típico, todo sea dicho.

Si algo he aprendido en todos estos años de carrera, es que normalmente el problema focal, diana, puede no haber sido la causa y está enmascarando el verdadero origen de la inestabilidad, por lo que abordarlo seguramente te lleve al fracaso. Empezar paulatinamente, desde lo más fácil o accesible puede ser la respuesta. Te puede parecer estúpido, e inútil, y pensar que tu terapeuta esté loco y no entiendes por qué le estás pagando si te está ayudando en cosas que podrías perfectamente hacer tú mismo. Y es un pensamiento totalmente lógico. Pero precisamente ese es el error: las personas con problemas, están tan confusas, perdidas, desorientadas, agotadas, cansadas y una interminable lista de adjetivos que son incapaces de llevar a cabo acciones cotidianas o de reconducir sus pensamientos a algo menos dañino para sí mismos. Por algún motivo te conviertes en tu peor enemigo y te encuentras haciendo justo lo que no deberías hacer o pensar; frenándote, autoboicoteándote y alejándote poco a poco de aquello que te apasiona, que te hace bien; de tu futuro e incluso de las personas que más te importan. Sin ser realmente consciente de ello, estás protegiendo todo lo que te importa de esa nueva fuerza que te está inundando y paralizando. Y mientras tú estás teniendo esa lucha interior contigo mismo para sobrevivir, desde fuera tu entorno más cercano no para de preguntarse por qué. Por qué hará esto, por qué se consumirá, por qué no lo arreglará, por qué no hará lo que realmente le gusta, por qué no hará lo que le hace bien, por qué se aísla, por qué no me contesta, por qué no se preocupa por mí. Por qué, por qué, por qué. Y sin darnos cuenta, estamos realizando una de las peores preguntas que podríamos hacer. No sólo el por qué hace que la persona a la que se lo estamos preguntando busque la manera de justificarse, de encontrar las razones aunque sean inverosímiles, sino que la persona que interiormente se pregunta eso, está intentando sentirse mejor al no entender la situación y al final consigue una explicación, a pesar de no ser cierta. Porque al fin y al cabo, la finalidad de la existencia como la conocemos actualmente en nuestra sociedad, es entender todo lo que nos rodea y sino, inventarlo; pero inventarlo para que tenga un final feliz. Que implique un nulo cuestionamiento del sistema, cero empatía y que se le achaque a la persona cualidades no sólo perjudiciales para ella, sino simples para quien las predica: eres un inútil, vago, hostil, soso, inestable, negado... Que sean ellas y no tú las que se sientan peor por no encajar, mientras tú apartas la mirada sin ningún tipo de miramiento.

Hace días que vi el documental Minimalism y me di cuenta de que no me siento bien con mi vida ahora mismo. He intentado, como comentan muchos, llenar un vacío en mi interior con objetos materiales para horas, días después darme cuenta de que mi vida seguía igual. Me he dado cuenta de que no me siento a gusto ni en mi propia habitación. Me siento expuesta, amenazada y cuestionada. Siento que nada de lo que pienso, hago o tengo en mi habitación me representa. Me ahogo. Y, como le comentaba a J., obviamente dudo que el origen de mis problemas esté en que en mi habitación hay más de lo que necesito, y que la mayoría de objetos o prendas no hacen más que recordarme momentos pasados, malas experiencias o pensamientos negativos hacia mi vida y mí misma. Pero ahora sé que uno de los primeros pasos podría ser ese. Hace meses intenté abordar el bucle desde otro ángulo y no fui capaz. No era el momento adecuado, y era una meta bastante alta. Ahora lo sé. Por ello creo que, a pesar de todo, este tiempo me ha servido para darme cuenta que los pequeños pasos son los que realmente cuentan, y que gracias a ello podemos ir trabajando los que de verdad más nos perturban.

Y dentro de unos años releeré las entradas de blog antiguas y reconoceré lejanas estas palabras, pero ahora mismo son mi realidad. La culpa que tardaré en perdonarme por haberme abandonado, dejado de cuidar y alejado a las personas de mi alrededor. La angustia por pensar que jamás saldré, y menos ilesa, de ese bucle. La tristeza de encontrarme sola en esto. El cansancio de librar una batalla cada día al despertar.

Podría titularse retrato de A., para qué mentir.

Existe un modo de vida diferente, una lente que deje de confundir tu visión. Tengo confianza en la capacidad que tendré de salir de ese círculo vicioso. Tengo claro que en algún momento esta etapa de mi vida me parezca anecdótica. Pero no todavía. En parte algo que me propuse fue abrirme a vosotras, que me conocierais más. Y, por suerte o por desgracia, esta soy yo. Sin filtros; sin florituras.

También te gustará

10 comentarios

  1. A veces no soy buena encontrando las palabras para expresar como me siento o me hace sentir algo. Y ahora es uno de esos momentos. Me siento muy cercana a tus palabras porque alguien muy cercano a mi me ha hecho preguntarme mil veces todos esos "por qué". No me sentía bien conmigo misma porque sabía que esta persona era lo último que necesitaba oír y la mayoría de las veces solo lo pensaba pero sintiéndome igualmente mal. Me has hecho entender un poquito más esa sensación que se apoderaba de mi, pero desde el otro punto de vista. Me has hecho entender el motivo por el qué preguntarse "por qué" era la peor idea así que gracias, Aida.

    Un abrazo y seguro que al final será algo anecdótico. Mucho ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Puede sonar muy estúpido, pero creo que es uno de los halagos más bonitos que me han hecho. Normalmente soy yo la que se queda sin palabras al leer fragmentos o textos de los demás, por lo que gracias. En mi caso, aunque hablo en primera persona, también lo he vivido desde fuera y por ello quizás suena cercano. Porque al haberme pasado a mí también, me he dado cuenta de lo estúpida, poco empática e irrespetuosa que quedaba preguntando "por qué". Y todo eso habiendo estudiado y aprendido al respecto de cómo preguntar (de cara a terapia, pero lo bueno es que eso se puede extrapolar a tu vida diaria). Así que de nada, de hecho más bien debería de darte yo las gracias a ti. Nadie nace aprendido y, muchas veces aunque lo sepas, sigues comiendo los mismos errores. Gracias por los ánimos, los recojo y me los guardo en un rincón de mi corazón. Gracias, gracias, gracias <3.

      Eliminar
  2. Muchas veces no sabes cuál es la dirección de tu vida o si estás haciendo bien en ese momento. Si te relacionas realmente con personas que te hacen bien, si estás haciendo lo mejor para tu futuro, si estás madurando lo suficiente o te estás quedando atrás...
    La sensación de estar perdida la hemos tenido todas alguna vez. Y quizás sólo se trata de seguir (Y seguir también incluye seguir estando triste o derrotada), seguir sin ver la meta aunque quizás todos los de tu alrededor la vean antes que tu... hasta que de repente veas la luz al final del túnel.
    No hemos hablado mucho durante los 4 años de carrera. Pero aún se puede remediar.
    Gracias por abrirte de esa manera, no todo el mundo cuenta que esta mal en cierto momento...vivimos en la cultura de la felicidad aunque sea una felicidad falsa.
    Un abrazo y mucha fuerza 😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo malo es que en temas de estudio (y a veces en la vida) tienes que elegir, tomar decisiones, y eso implica (o debería de implicar) posicionarte. Muchas veces no valen errores porque vivimos en una sociedad inmediata y capitalista que quien tiene capital se puede permitir errar todas las veces que quiera sin importar nada. En cambio, los demás puede que lo pasemos mal. Bastante mal. Pero mil gracias por tus palabras. La verdad es que es eso lo que llevo haciendo estos últimos años: seguir, hacia adelante, esperando encontrar mi sitio... Pero pienso que es insuficiente y que necesito más ayuda que la que me pueda proporcionar yo misma (no me fío si soy capaz de autoboicotearme xD).

      La verdad es que no me he abierto en general durante estos cuatro años de carrera y es algo de lo que me arrepiento, porque sé que hay personas geniales como tú. Y me alegro que te hayas pasado y comentado, y que sigamos en contacto (es lo bueno de las redes sociales. Gracias a ti de veras por leerme y comentarme.

      ¡Mil gracias! <3

      Eliminar
  3. Me ha parecido súper interesante esta entrada y subrayaría para recordar para la posteridad más de una frase. Gracias por abordar este tema y abrirte en canal. Creo, por experiencia, que tocar fondo y mostrarte vulnerable es el primer paso para resurgir más fuerte que nunca. Y aún sintiéndote fuerte puedes volver a caer (que, a veces, el vacío lleno de tristeza lo crea un pequeño bajón en un momento estable que te hace cuestionar toda la estructura que tanto trabajo te ha llevado construir). Pero recuerda siempre esa mirada hacia el horizonte, ese pequeño brillo entre las tinieblas y ese "volverá algún día a este día, a este recuerdo, a estas palabras, y sonreiré con nostalgia al ver lo diferente que soy ahora". Mucho ánimo y mucha FUERZA. No estás sola.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jo, N., mil gracias por tus palabras. La verdad es que tenía un poco de miedo porque siento como que vivimos rodeados de extremos: o encuentras a personas super felices, o personas describiendo una existencia fatídica y horripilante que parece estar a punto de saltar al abismo más profundo. Pero supongo que estas entradas también son necesarias, y que sería mentiros si no escribiese sobre cómo me siento.

      La verdad es que, como dices, me ha ayudado a resurgir (aunque todavía me queda mucho) y aunque quizás dure poco, me siento mucho más fuerte. Escribir me salva, y ha sido todo un error estos años dejar de hacerlo.

      Me has emocionado mucho, de veras, tengo el corazón en un puño. Ojalá en unos años poder decir eso y sonreír por lo conseguido. Mil, mil gracias, tus palabras han sido un chute de energías (y de lloro, para qué negarlo) que me ha ayudado un montón.

      Un abrazote enorme <3

      Eliminar
  4. Mil gracias por escribir esto, porque muchas veces pasamos por lo mismo pero no hayamos las palabras.
    Hace tiempo me vi bloqueada y arrastrando demasiado. Empecé cambiando mi color de pelo y las cosas de mi habitación. Poco a poco empezamos a salir de ese pozo.
    Espero que todo mejore muchísimo, de verdad.
    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Normalmente suelo ser yo la que escribo justamente eso, por eso me hace mucha ilusión que me digas esto. Nunca suelo encontrar las palabras, por pérdida de práctica supongo, y hacerlo no sólo me salva, sino que cala y ayuda a los demás, y no podría pedir más.

      Espero de veras que todos los cambios me sirvan, que pasar esta etapa me haga ir a otra mucho más fuerte y construir en lo que me quiero convertir. Mil gracias por tus palabras, y un abrazo enorme, Sara <3

      Eliminar
  5. "Las cosas a nuestro alrededor impiden que el eco nos devuelva nuestros pensamientos", o algo así. Lo pienso muchas veces, pero no me he dado cuenta de ello, no lo he sentido verdaderamente cierto, hasta que no he tenido que vender y regalar mis cosas: todas esas cosas que he ido amontonando armoniosamente en los cajones, los armarios, las estanterías, el escritorio. Hasta que no me he deshecho de ello, no me he dado cuenta de que no necesitaba ninguna de esas para ser yo misma.
    Pronto me iré, con una maleta y una mochila, empezaré de cero en un nuevo país, en una nueva ciudad, en una nueva casa, donde no hay posibilidad de acumular cosas que pueda ver constantemente. Solamente podré verme y escucharme a mí misma.
    Hace mucho que el minimalismo me dio una bofetada en la cara, pero no ha sido hasta ahora que lo he comprendido.
    Un abrazo, Aida

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero algún día poder llegar a ser como tú. A de verdad desprenderme de todo lo que sobra, todo lo que sé que no me hace ser yo misma, y respirar. Porque acumular sin sentido te hace estar en tensión, ahogada, sin disfrutar del momento presente y te confunde sobre qué es lo verdaderamente importante en la vida. Quizás un poco tarde he descubierto el minimalismo, pero supongo que en algún momento debía empezar y el momento actual no me podría parecer el mejor.

      De verdad, mil gracias Sarah por tus palabras. Estoy tan de acuerdo y me haces recordarme que es posible el cambio, que no tengo más que agradecértelo tontamente con estas palabras. Me hace ilusión poder "acompañarte" en este camino y poder seguirlo pronto.

      Te deseo lo mejor y un abrazo enorme para ti también <3

      Eliminar