Tú (III).

by - marzo 17, 2015


Solo me apetece dormir hasta que mi cuerpo diga basta. Quedarme así, observando cómo la luz se filtra por las rendijas. Cómo el día, a pesar de todo, me saluda con su mejor sonrisa.
Y yo, yo quiero darle la espalda y seguir, como si la cosa no fuese conmigo, y despertar dos semanas después. Con él a mi lado, abrazándome mientras duermo, como si incluso en ese momento me estuviese diciendo «no me pienso separar de ti» y «tranquila, conmigo estás a salvo». Y así observar entonces cómo cambia la visión de esta misma ventana y de este mismo despertar.

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