Día 14 de diciembre | Foto de la orla, trancazo y más

by - diciembre 14, 2016

¡¡Hola!! No tenía previsto hacer esta entrada. De hecho, nunca había pensado en hacer este tipo de entradas más personales en este blog. Hace mucho que no me siento a escribir realmente sobre mí o mi vida. Es algo que hacía constantemente en mi antiguo blog, y que me acabo de dar cuenta que echo de menos y que me representa mucho. Porque yo soy montaña rusa; me enfado, me fustro, me entristezco, pero también me alegro, sonrío y me siento bien.

Voy a empezar desde el día de ayer (porque no recuerdo nada relevante del lunes, para ser sincera). 

Ayer era el gran día: ayer me hacía la foto de la orla. Quién me iba a decir hace cuatro años que iba a terminar una carrera, mi carrera; que iba a flaquear pero me iba a levantar las veces que hiciesen falta. Sé que hasta que no acabe, hasta que no tenga que volver a mi universidad, a mi sitio predilecto en clase que no cambia por mucho que nos movamos de aula, a hacer el camino tan interminable de más de media hora en coche más otros quince de autobús, no me haré a la idea. Por eso no, no estaba preparada. El día de antes intenté calmar la vorágine que tenía en mi interior, pero no hubo manera. Por estúpido que parezca, poca gente creía que fuera capaz de ser alguien en el futuro. Mil veces me he encontrado, incluso por parte de mi familia, que se me menospreciaba o se me desvalorizaba por no ser tan buena como Fulanita o no tener X cualidad o capacidad como Menganita. He sentido sobre mis hombros una presión que me ha impedido a veces avanzar, me ha desmotivado y me ha hecho dudar de mí y mis capacidades. Y pensar que esa maldita foto iba a ser reflejo de todo el trabajo y esfuerzo invertido. ¡Qué mal! Pero allí estaba yo, preparándome el maquillaje necesario para esconder mis ojeras, mis innumerables puntos negros y mis secuelas de enferma convaleciente (porque sí, se avecinaba algo ya); escogiendo y mimando con sumo cuidado mi pelo para que quedase a la perfección y ensayando la sonrisa para que, por una vez, no me temblasen los labios y saliese natural. Pa pegarme.

El día llegó, y allí que fui yo dos horas antes de la foto a arreglarme a un baño apartado para poder hacerlo todo con tranquilidad y calma. Y para sorpresa mía, salió todo rodado. No me tembló el pulso ni un segundo con el eyeliner (ya os digo yo que eso NUNCA pasa), seguí de forma adecuada los pasos antes de ponerme la base (que jamás utilizo, todo sea dicho), se me adhirió bien, hice un juego de sombras simple que acabó encantándome (tampoco lo hago nunca, de verdad es que me da mucha pereza maquillarme y no sé hacerlo) y me veía monísima de la muerte. 

Tras horas de espera, por fin entramos. Hacía un día horrible ese día, y con la de capas que me tuve que poner por la camisa blanca, la toga y demás estaba acalorada. y para más inri, el fotógrafo estaba de mal humor (de verdad, si no te gusta hacer este tipo de cosas, por qué las haces) y empezó a darme indicaciones para la foto y no escuchaba nada. Que sí, seguramente esté un poco sorda, pero leñe, ¿tanto cuesta elevar un poquito el tono de voz? Jamás me había sentido tan mal, tan impotente. Y yo, que no sabía que elegíamos nosotros mismos las fotos, me tocó elegir las mías. Y os aseguro que darle ese tipo de responsabilidad a una persona indecisa y que va a ver 1374854902 errores en todas las fotos, no es buena idea. Después de todo, al final escogí acertadamente (o eso me han dicho) y qué queréis que os diga, el agobio que llevaba encima no era normal. Porque estoy harta de sentirme mal, de sentir que tengo que demostrar algo o que merezco mi lugar y respeto en mi entorno. Harta

Es una foto al ordenador y muy cutre, pero me apetece que los que me leéis tengáis un adelanto, porque sí, me apetece.

Y cómo no, termino todo este follón e incubo un tranzazo de la leche. No sé si os pasa a vosotros también, pero cuando tengo un evento importante, exposición o algo que me genere estrés o nervios, se me bajan las defensas, me duele la cabeza o lo que le apetezca al cuerpo. Y encima, a escasos días de que me bajase la regla, vamos, el cóctel perfecto.

Además, por un suceso que me pasó hace unos meses, no paran de venirme pensamientos y sentimientos muy malos hacia mi persona. Gente a mí alrededor, tanto que me conocía y me tenía aprecio como todo lo contrario, me ha hecho mucho daño: me ha insultado, humillado, juzgado y tachado de mala persona para arriba sin conocerme, sin saber absolutamente nada de mí, ni de la situación en la que estaba, etc. Hace unos meses ya escribí sobre ello en el blog porque me sigue afectando, a pesar de que sé que es estúpido. Quien me conozca sabe perfectamente que a mí las cosas me afectan muchísimo, que tiendo a echarme la culpa, a pensar que soy así de mala como dicen. Ojalá no os sintáis tan solas, desesperanzadas, desilusionadas, avergonzadas y malas personas como me hacen pensar (y al final consiguen) algunas personas tóxicas, hipócritas y falsas que por desgracia he tenido a mi alrededor.

Dejando a lado ese tema, hoy me ha llegado el pedido que le hice a Grisáceos de unos cuantos de sus prints del Inktober. Enamorada es poco. Me ha hecho tanta ilusión recibirlo en formato carta e ir abriendo y saboreando poco a poco todos los detalles que le ha ido poniendo que durante unos minutos se me ha olvidado que apenas puedo respirar por el resfriado. De verdad, os recomiendo encarecidamente que la sigáis en Instagram. Es un amor de mujer, y tiene mucho arte.







Hoy podía tocarme hacer una pequeña exposición, y el azar no ha querido que desgaste mi tiempo y mi garganta para ello. Además me he pasado la tarde viendo vídeos en Youtube, escribiendo, y me pondré a leer entradas de blog que tengo pendientes y quién sabe. ¿No os parece un descanso merecido? El cuerpo me pide parar, pero mañana tengo que volver a ponerme con trabajos, TFG, pase de cuestionarios, etc. 

¿Y vosotros? ¿Cómo habéis pasado estos días? ¿Tenéis ganas de que lleguen las fiestas? Espero que os haya gustado la entrada diferente de hoy, porque me ha servido de mucho contaros un poco mi día a día <3

¡¡Hasta la semana que viene!!

También te gustará

6 comentarios

  1. Lo primero decirte que sales muy guapa en la foto de la orla, ayer cuando lo comentaste tenía muchísima curiosidad por saber cómo habías salido, no se te notan para nada los nervios ni la indecisión, va a ser un buen reflejo para que quede inmortalizado.
    Lo segundo: qué sorpresa e ilusión encontrarme entre tus líneas, me alegro muchísimo que hayas disfrutado abriendo poco a poco el sobre con los prints, y de nuevo mil gracias.

    Por cierto, me compré los pintalabios mate del mercadona, quería unos pero no sabía dónde comprar y no quería gastarme mucho dinero, así que autoregalito de mi cumple jajaja están guay y me gustan.

    Mucho ánimo con todo y un abrazo enorme.
    Grisáceos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿En serio? Será que se quedaron por dentro, lo cual no sé si es bueno o malo xD
      La verdad es que me encanta abrir paquetes, podría tirarme toda la vida abriéndolos, y tenía ya ganas de ver, tocar y admirar tu trabajo en mis manos.

      ¡Bien! No tengo mucha experiencia en pintalabios, pero al menos quería contar mi experiencia y me alegra mucho que te gusten.

      Mil, mil gracias por todo.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Me encantan este tipo de entradas y ME ENCANTA tu foto de la orla. Deberías ver la mía de bachiller, especialmente épica porque NO nos avisaron de que nos la hacían. "¡Y yo con estas pintas!". En el trabajo también un día grabaron un video... y yo llevaba el pelo sucio porque a la tarde me teñía. Ideal. Lamento mucho leer que hayas tenido que soportar gente tóxica y seguramente ENVIDIOSA. Porque ya hay que ser envidioso y ruin para decirte esas cosas A TI. QUE ERES UN AMOR. Tú ni caso, vales mil así que no lo olvides. ¡¡¡Un súper abrazooo!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿En serio? Yo no hubiese podido si no me hubiesen avisado, si ya estaba nerviosa y lo sabía desde hace semanas... :S
      Lo peor de todo es que pensaba que había eliminado de por vida la influencia de esas personas en mi vida, pero siguen apareciendo en entornos de personas cercanas y al final me acaba salpicando :(
      Jo, tú sí que eres un AMOR. AY.

      ¡¡Un abrazo enorme para ti también!!

      Eliminar
  3. Sales muy guapa en la foto de la orla. Yo suelo salir horrible en todas las fotografías que me hacen así que me alegro un montón de que sea genial la tuya.
    Por cierto, espero que del catarro estés mejor y que te mejores pronto, es horrible estar bajo de defensas.

    Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo no me veo especialmente bien, y normalmente suelo salir mal, así que veremos cómo queda al final jaja.

      La verdad es que sigo mal, y lo que me faltaba :( Pero supongo que poco a poco se irá yendo, sino rodarán cabezas.

      Un abrazo enorme para ti también <3

      Eliminar